miércoles, diciembre 20, 2006

PROCESOS

A medida q pasan los años, pasa vida, la gente, el trabajo, el estudio, el amor, la tristeza, la angustia, los amigos. Sin embargo no nos podemos quejar porque todo, por lindo o feo que sea, nos deja un gran aprendizaje.

Si analizo este año tengo que reconocer que las circunstancias me superaron por completo. Toda la rutina, toda la estructura que en algún momento armé para ser fuerte y mostrarme como tal, se fue derrumbando de a poco sin piedad alguna.

Detrás de la persona que se muestra fuerte, agradable, incondicional, apasionada, alegre, siempre hay alguna angustia que lo tortura. Así, sin darme cuenta, me fui boicoteando todos los sentimientos, los fui reprimiendo hasta llegar el punto de tomarlo como un hábito. Como conclusión termine de conocer a la verdadera Corina.

Por más vulnerable que resulte, no puedo dejar de ocultar que estoy llena de esperanzas por mis proyectos, y que me siento muy contenta porque estoy cargada de deseos que de apoco serán una realidad en mi vida.

miércoles, diciembre 06, 2006

FACIL PARA DECIRLO, DIFICIL PARA HACERLO.


Simplemente nada, aunque lo parezca, parece fácil!!! Hay ocasiones en los que llegamos a puntos limites y nos resulta casi imposible hacernos cargo de nuestros propias circunstancias. Y como lamentablemente no somos de hierro recurrimos a conductas defensivas para alivianar nuestras tensiones. En la mayoría de los casos, por no decir todos, lo hacemos de forma incorrecta, ocupando la mente en otras cosas y olvidando lo que realmente nos perturba. Finalmente y con el transcurrir del tiempo concluimos con un gran conflicto.

Simplemente nada , aunque lo parezca, es fácil!!!! Sin embargo, nada es imposible. El darnos cuenta que estamos en conflicto con nosotros mismo es un gran paso, esto nos da la oportunidad de centralizarnos pura y exclusivamente en nosotros mismo, pero es aquí el segundo desafió: no desaprovecharlo haciendo oídos sordos.
Simplemente nada , aunque lo parezca, es fácil!!!! No obstante, tenemos que hacernos de una gran paciencia, virtud que pocos tienen. Dejar de tener un transito lento no es cuestión de consumir “activia”, (nada mas lejos a lo mediocre), por el contrario es una buena oportunidad para dejar que las cosas fluyan, para que desarrollemos la virtud de la paciencia y, lo que es mejor aún, para hacernos cargos de nosotros mismo. En consecuencia, de a poco los conflictos desaparecen al mismo tiempo que recobramos la confianza en nosotros mismo.